La decisión de rebajar temporalmente las retenciones a la soja y sus derivados trajo cola en los mercados: en las bolsas internacionales descuentan que la oferta argentina aumentará y por ende bajaron los precios. La decisión del Gobierno generó así un sesgo anti-industria porque redujo el diferencial entre el precio del poroto de soja y los subproductos (harina y aceite). La actividad industrial vinculada con la molienda de soja y otras oleaginosas fue de las pocas con desempeño positivo en 2024.
A futuro será importante seguir la evolución de las reservas internacionales y del diferencial de precios en el complejo sojero. Los precios en buque de la soja y sus derivados cayeron en los paneles durante los últimos días de enero, un 3 por ciento para el poroto, un 2,6 para la harina y 4,6 por ciento para el aceite de soja, según datos del especialista en agronegocios, Javier Preciado Patiño, publicados en un hilo en la red X.
El especialista advierte que la caída es mayor en los procesados que en el poroto también para la soja nueva que se comercializa en mayo. Así, “el diferencial entre el precio del poroto y el mix de subproductos tocó el mínimo de la serie tras el nuevo esquema de retenciones: pasó a 12 dólares la tonelada versus los 21 dólares la tonelada previos, esto implica una caída de 43 por ciento”, publicó el consultor.
Al 25 de enero la soja nueva se comercializó a 389 dólares la tonelada, la harina a 327 dólares y el aceite a 916. “Se puede decir que la reacción del mercado internacional fue reducir el precio del valor de los subproductos de la soja por sobre el poroto argentino”, aclaró Preciado Patiño.