Después de las críticas deslizadas por Guillermo Francos y por el propio juez Ricardo Lorenzetti, la Corte Suprema de Justicia sacó este viernes un informe en el que respondió a las acusaciones de demoras en los fallos judiciales y de contrataciones de personal. En el documento, el tribunal destacó que «bate récords con la misma dotación de personal».
Según el informe, la Corte «lleva dictadas más de 12.250 sentencias» en 2024. Constituye un récord histórico. Así, alcanzó más de 20.200 causas resueltas.
El tribunal comparó estos números con los registros de 2023, en los que dictó 10.024 sentencias, y los de 2022, cuando alcanzó 8.050.
«Este incremento estuvo acompañado de dos circunstancias concomitantes: por un lado, la Corte estuvo integrada por cuatro miembros, en lugar de los cinco que marca la normativa vigente», subrayaron en el documento.
Dedicaron un par de párrafos a las críticas sobre supuestas contrataciones, una crítica que hizo más temprano el juez Lorenzetti.
«La dotación de personal de la Corte se mantuvo relativamente estable. A noviembre de este año, el personal del Máximo Tribunal era de 2.471 personas. En 2023 fueron 2.484 y en 2022, 2.446″, indicaron.
Y concluyeron: «A modo comparativo, en 2017 la Corte dictó 7.401 sentencias, con una dotación de 2558 empleados e integración plena».
Con este documento, la Corte salió a contestarles a Francos y a Lorenzetti. El cruce más reciente fue el del juez, integrante del tribunal que expuso este viernes la interna cortesana.
Lorenzetti habló de «ambición desmedida”, «creación de cargos sin sentido» y «violación a las “facultades de la Corte». Lo hizo en dos acordadas que se firmaron este viernes: una para la designación del nuevo Secretario de Desarrollo Institucional y otra para darle facultades ampliadas al Secretario General.
Lorenzetti aprovechó su voto en disidencia para marcar diferencias con presidente de la Corte, Horacio Rosatti, el vicepresidente, Carlos Rosenkrantz, y su par, Juan Carlos Maqueda, que se jubila el 29 de diciembre.
Por su parte, Francos había objetado demoras en las resoluciones judiciales, en medio de la postulación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para ocupar los sitios vacantes en la Corte.
«Cuando uno mira el tiempo que llevan los fallos de la Corte es lamentable que tenga 15 o 20 años para dictar sentencia, es inusual. Que un proceso de la Argentina lleve 20 años es increíble. No sé si puede funcionar con tres jueces. Desde el punto de vista del quórum se podrá, pero desde el punto de eficiencia procesal me cuesta creer que podamos seguir teniendo una Corte con tres miembros», dijo el jefe de Gabinete este jueves en diálogo con radio La Red.
Las declaraciones de Francos habían sido, a su vez, una respuesta directa a la Corte, un día después de que resolviera cómo seguirá funcionando cuando se jubile Maqueda. En una acordada, el tribunal admitió un mecanismo de veloz sorteo de conjueces cuando los tres votos no coincidan para llegar a una sentencia.
La decisión de la Corte fue un desafío al Gobierno, que impulsa a Lijo y García-Mansilla pero aún no cuenta con los votos necesarios para aprobar sus pliegos. Así, le mandó un mensaje a Milei, que ya anticipó que -en caso de ser necesario- está dispuesto a nombrar a los nuevos jueces por decreto.