Una pareja fue perseguida, acorralada y amenazada con disparos el viernes pasado por dos motochorros que llegaron a dispararle para robarle la moto en una estación de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. La terrible secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad del playón, pero nadie ayudó a las víctimas.
El episodio de inseguridad empezó algunas cuadras antes de que la pareja buscara refugio en la estación de servicio Shell que está en la esquina de José María Paz y Santa Rosa, en Ituzaingó casi Castelar.
Las víctimas fueron identificadas como un hombre de 23 años, que manejaba una Honda Tornado 250, y su pareja, que le relató la secuencia a los medios este lunes.
«Estábamos a tres cuadras del bar y nos empezaron a gritar desde otra moto. No entendíamos qué era lo que gritaban porque teníamos los cascos puestos. Hasta que se cruzaron y nos apuntaron con un arma. En un momento nos dimos vuelta y vimos que nos seguían. No les importaba nada, querían la moto a toda costa«, contó Tatiana, que vive en Castelar al igual que su novio.
«Cuando llegamos a la estación de servicio mi novio me dijo ‘bajate y corré’. Le puso el traba volante y la dejó tirada ahí. Le sacó la llave como pudo y salió corriendo porque llegaron y nos seguía apuntando con un arma», relató la mujer en declaraciones televisivas.
Lo que sucedió fue que uno de los motochorros intentó subirse en la moto robada pero al no poder hacerla andar -porque tenía el volante trabado- apuntó directo al dueño.
«El que estaba arriba de la moto con la que nos robaron le gritaba al otro que busque la llave. Yo me quedé entre la camioneta y el surtidor porque me bajó la presión, era impresionante como temblaba. Había más gente ahí, podrían haber lastimado a cualquiera y si se les escapaba un tiro podían hacer volar todo«, recordó Tatiana.
«Cuando escuchamos el disparo quedé en shock porque es la primera vez que nos apuntan con un arma. El ataque de nervios que me agarró fue terrible», agregó.
Lo más curioso del caso es que la moto que usaron los motochorros también era conocida por la pareja de Castelar: un amigo de ellos la había vendido hacía apenas dos semanas, y «se la robaron al muchacho que la compró», según apuntó Tatiana.
El robo ocurrió el viernes a la noche y durante el fin de semana personal de la Policía bonaerense ubicó la moto en una vivienda de la calle Juana Azurduy, entre Vogel y Lavadero del barrio San Carlos de Isidro Casanova, informó el sitio Primer Plano Online.
El caso quedó en manos de la fiscal María Alejandra Bonini, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó.
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