En el mundo de la informática, las cookies (galletitas, en inglés) son pequeños fragmentos de texto que los sitios web envían al navegador, ya sea Chrome, Edge o Mozilla, para permitir que estos obtengan información sobre la visita realizada.
Entre las principales funciones de las cookies, según informa el gobierno argentino, está la de recordar accesos para que los sitios pueden identificar el dispositivo del visitante y ofrecer una experiencia de navegación más dinámica.
Pero existen algunas cookies que ejercen una acción más invasiva, porque pueden servir para conocer los hábitos de navegación del visitante y también para identificarlo como usuario según las páginas que visita. Esta función es la más conflictiva ya que puede afectar la privacidad.
Si bien estas “galletitas” son seguras, su principal riesgo reside en su capacidad de hacer un seguimiento del historial de navegación de un usuario. Por eso, en Europa, por ejemplo, la Reglamentación de Protección de Datos (RGPD) brinda la posibilidad de activarlas, desactivarlas y hasta personalizarlas.
Cómo activar cookies para optimizar tu impacto al consumir en redes sociales
Hay cookies temporales y permanentes. Estas últimas permiten al sitio identificar al visitante si vuelve.El sitio del gobierno argentino detalla los diferentes tipos de cookies. Las temporales permanecen en el navegador hasta que la persona abandona el sitio. Las permanentes, en cambio, quedan en el disco duro de la PC para que el sitio vuelva a ejecutarse y para identificar al visitante si vuelve a él.
Las cookies también pueden ser propias, es decir las que usa la página web, o de terceros, generadas por servicios o proveedores externos a ese sitio. Las cookies de preferencias, en tanto, almacenan las configuraciones en los sitios web a los que se accedió con anterioridad, para recordar, por ejemplo, el navegador o el idioma utilizados.
Lo cierto es que cuantas menos cookies permita el usuario, más privacidad obtendrá al navegar por internet, aunque su experiencia será más despersonalizada. En este sentido, la única razón para aceptarlas es que permiten acceder a un sitio con mayor rapidez.
En Europa, desde la aplicación del RGPD, cada vez que se ingresa a un sitio web aparece un cartel que pregunta si se desea aceptar o rechazar todas las cookies, o configurarlas. También explica qué tipo de cookies está usando el sitio.
En muchas páginas web se puede configurar qué cookies se quieren aceptar y cuáles no. Foto: Shutterstock.Sin embargo, tal como explica el sitio de noticias El Español, “en un sentido metafórico, activar tus cookies quiere decir conformar la realidad a la que aspiras en tus redes sociales y el contenido que consumes”. Para ello, agrega, hay que “manipular a la red para que te muestre lo que tú consideres enriquecedor para ti”.
La idea consiste en realizar un uso más productivo y sano de las cookies y de los algoritmos, “en vez de caer en las adicciones que provoca el contenido vacío y rápido, en el que a veces, sin darnos cuenta, nos sumimos”, según el sitio.
Agrega que en lugar de que el consumo en redes sociales solo sean memes y “contenido basura”, podría convertirse en una fuente de conocimiento. Y, para ello, hay que saber qué tipo de contenido es el mejor.
En caso de poder hacerlo, hay que fijarse bien en qué tipo de cookies está activado, borrarlas al finalizar la navegación y, de alguna manera, “entrenar” al algoritmo para que solo “recomiende” lo que realmente interesa.