Caputo quiere asegurar inflación menor al 3% y estudia aplazar aumentos de tarifas y combustibles

Luis Caputo busca que la inflación de los próximos meses empiece con 2, y para lograrlo tiene que definir a cuánto ascenderán los ajustes de los servicios regulados y también de los combustibles, que el Gobierno termina definiendo a través de la estatal YPF.

Para Javier Milei, tanto en estos meses que vienen se juega la posibilidad de reducir a la mitad el «crawling peg», la devaluación mensual que establece el Banco Central.

A lo largo de todo este año, el crawling se mantuvo en el 2% mensual, pero -ahora-, la idea del Gobierno es bajarlo al 1% para forzar a un descenso de la inflación.

MIlei dijo hace algunos días que darían ese paso en caso de que la inflación del último bimestre del año se mantenga «en la misma línea» que en octubre, que fue del 2,7%.

El jefe de Estadio prometió, además, que después de mantener la devaluación mensual durante tres meses, el próximo paso sería la eliminación del cepo. Algo que podría suceder hacia el final del primer trimestre de 2025.

«Con los «bienes» alineados al «crawl», el termómetro a mirar será la inflación núcleo de los servicios excluyendo los alquileres», destacó el último reporte de la consultora Facimex.

El plan para las tarifas de luz y gas

Para este noviembre, el Gobierno ajustó las tarifas de luz y gas por debajo del 3%. Buscó que esos costos vayan en línea con la inflación mensual. Las consultoras, de hecho, proyectan que el IPC de este mes cerrará en la misma línea que octubre.

Las dudas se abren para diciembre y también para enero.

Esos meses suelen ser más «calientes» en materia de inflación, por una cuestión estacional. Las vacaciones y la proximidad de las fiestas de fin de año suelen presionar sobre los precios. En especial de los alimentos.

Por otra parte, durante el verano suele haber ajustes -también estacionales- en los costos de generación de la energía eléctrica, que impactan sobre la tarifa final.

A menos que el Gobierno decida una postergación de esas actualizaciones, como ya sucedió en algunos meses anteriores.

En definitiva, el equipo económico saca cuentas sobre el margen de maniobra que tiene el Gobierno para aliviar las tarifas en estos meses donde se juega el futuro del «crawling peg».

Combustibles y pasajes: qué pasa con los precios

Para las naftas y el diésel, Economía ya demostró que tiene margen para aplazar ajustes, Incluso, durante septiembre Caputo se dio el gusto de bajar los precios (1%) en la búsqueda de aplacar el índice.

Acá la clave es la estrategia oficial en relación con la actualización del impuesto a los combustibles, que el Gobierno maneja a discreción.

El caso del transporte público es diferente. El valor del pasaje en el área metropolitana se mantiene congelado desde agosto. Una decisión que se mantiene a pesar de los aumentos que siguen en los distritos del interior.

De hecho, en las principales ciudades del interior -desde Mar del Plata a Córdoba, Rosario y Santa Fe-, los pasajes de los viajes en colectivos aumentan mensualmente, y la diferencia con el AMBA ya alcanza al triple.

Lo mismo sucede con el subte en la Ciudad de Buenos Aires, que vale el doble que el pasaje mínimo en los colectivos del AMBA.

¿Cuáles son los riesgos si  no se alinea la inflación de los servicios?

El informe de Facimex advierte sobre los riesgos que puede correr el Gobierno en caso de dar el paso hacia un descenso de la devaluación mensual si antes no alinea la inflación de los servicios.

«Antes de bajar el crawl sería deseable que la inflación núcleo en servicios sin alquileres converja al 2,5% m/m para no profundizar la apreciación de un tipo de cambio real que ya se encuentra en niveles históricamente bajos», planteó el reporte.

«Si la apreciación cambiaria continúa, se comenzará a sentir el impacto sobre las cuentas externas», concluyó el informe de los economistas.

«El timing puede ser desafiante; ya que, si se cumplen las condiciones que plantea el gobierno, el BCRA debería bajar el crawl a mediados de enero. Coincidiría con el momento en que se produce una fuerte caída estacional de la demanda de dinero, hay cierta presión de aumentos de precios los estacionales y, como sucede habitualmente en años electorales, habría una mayor concentración de aumentos de Regulados, para alejarlos del período electoral», planteó, por último, Facimex.

¿Puede el Gobierno demorar el aumento de las tarifas?

A pesar de los ajustes de las tarifas de los últimos meses, la cobertura de los costos de los servicios públicos se mantiene en niveles elevados. Según los últimos registros supera apenas el 53%. Y es desigual al interior de cada servicio, sea de luz, gas o agua potable. Esta realidad obliga al Gobierno a sostener los aumentos tarifarios, a menos que modifique la política de reducción de los subsidios.

El último informe del área fiscal y políticas públicas del Conicet, dirigido por el economista Alejandro Einstoss, precisó que, a septiembre último, la cobertura de los costos de los servicios de luz, agua y gas llegaba al 53%.

Del resto de los costos (47%) se hace cargo el Estado.

Por lo visto, no hay demasiado margen de maniobra para demorar las actualizaciones de las tarifas.

¿Cumplirá esta vez Caputo con las expectativas?

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