En los 60 hubo un mundo en evolución con el despegue de las juventudes de las ataduras de estructuras conservadoras congeladas.
En los 70, los millones de jóvenes con sentido de libertad creían en las utopías personales y sociales. En la Argentina -una nación orgullosa que emprendía los finales del siglo XX con un despertar sin miedos- al expresarse en forma contestataria y audaz, conjugada con el sueño de una Argentina potencia. Pero no, hubo argentinos (no sé cómo decir que eran hermanos) que no podían soportar tanta independencia, tanta expresión desafiante, a los mayores….
¿Cómo fue posible que apareciera la crueldad de las torturas, fusilamientos y el arrojar seres vivos al mar? Aberrantes desapariciones de miles de jóvenes y no tan jóvenes como el Oesterheld del Eternauta Los militares y sus padrinos poderosos no podían soportar esos desafíos no podían admitir esas caras jóvenes en las cárceles como que hubiera correspondido en una sociedad democrática. ¿Qué clase de hermandad expresaban? ¿Planteaba que somos derechos y humanos, pero ni fueron derechos ni humanos… Ganar una guerra que ya estaba ganada? Los militares no pudieron redimirse ante la sociedad pues no había de que redimirse.
Ya no se admitía el desparpajo y los sueños por una Argentina, libre justa y soberana. Se había extendido una oscuridad que introdujo una nueva amenaza: el miedo. El miedo cruel que se impregno en todos los pliegues de la sociedad…
En los 80 apareció un respiro. Las masas silenciosas optaron por un acompañamiento a alguien que pregonaba la civilidad con la constitución en la mano expresando que ese marco legal permitía educarse, alimentarse etc.…
Veinte años después hubo una primavera que propusieron dos pingüinos del sur que renovaron la esperanza de aquellos jóvenes y que lamentablemente duró muy poco para asentar una nueva argentina en paz
Hoy Milei que expresó una cruzada contra la casta y que se planteaba como un “hermano” que corregiría los excesos del estado… Pero pronto apareció otro Milei que insultaba con su prédica de la crueldad. . Ya no de los fusilamientos sino la crueldad económica. Se Introduce el miedo económico, el miedo de perder el trabajo, el miedo de sufrir el deterioro no sólo de la calidad de vida sino de la dignidad misma. Su rol mefistofélico y alucinante lleva la predica del miedo económico, el miedo de moverse, de salir de sus casas, de manifestarse en las calles.
Hoy no sólo está el desinterés provocado por un desmembramiento y vaciamiento de las instituciones del estado y del estado mismo, sino que apareció una sensación de que nada se puede hacer, apareció la impotencia., impotencia de salir de la chatura y del estancamiento económico, social y cultural. Pasamos del sueño de una Argentina potencia a la pesadilla de una Argentina impotente…
Finalmente, que más allá del concepto “a mí no me interesa” pareciera que hay algún temor que se explicite que el voto implica política y ello podría afectar la conservación del trabajo. Pareciera que hubiera entonces hasta miedo de ir votar.
Es posible, como en El Eternauta, que una gran nevada mortal ha caído sobre el país. Que ello determina peleas por sobrevivir. Y aparecen personajes nefastos que hasta gozan diciendo “jubilados de m… para que quieren sobrevivir Si no producen nada… ¿Para qué sirven?”. No es así, sirven y mucho: sirven para ir a votar con criterio…
Y vos querido flaco también servís para ir a votar y hoy ir a Votar es la tarea que te toca….
Ojalá vayas y no pierdas esta oportunidad para que seas parte de un aporte a un rebrote de una Argentina nueva, digna, sin mascarones y sin soretes corruptos que termine con este periodo para ir hacia una refundación de la misma…
* Miembro del IESO (Instituto de Energía Scalabrini Ortiz) y del CEEN (Central de Entidades Empresarias Nacionales)