POLÍTICA
Fue en respuesta a la decisión de los australianos de negarle el ingreso a un diputado israelí
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticó duramente jefe de gobierno australiano, Anthony Albanese, luego de que Canberra impidiera el ingreso del diputado israelí Simcha Rothman.
“La historia recordará a Albanese por lo que es: un político débil que traicionó a Israel y abandonó a los judíos de Australia”, escribió Netanyahu en la red social X (antes Twitter), en una respuesta cargada de tensión diplomática.
La decisión, tomada por el Departamento de Asuntos Internos australiano, se conoció el lunes, apenas un día antes de la visita programada de Rothman a Sídney, Canberra y Melbourne, donde planeaba reunirse con comunidades judías en un viaje de solidaridad.
Según el documento oficial, la exclusión se fundamentó en que las posturas de Rothman “reflejan las políticas de su partido, incluido el objetivo de eliminar a Hamas, extender la soberanía israelí y negar cualquier crimen cometido por Israel en Gaza”.
El texto añadía que la presencia del parlamentario podría poner “en riesgo, especialmente a la comunidad islámica” en el país.
La medida desató una ola de críticas en Israel y en el seno de la comunidad judía australiana. Robert Gregory, director de la Asociación Judía Australiana, calificó la decisión como “espiteful” (malintencionada) y diseñada “para causar el máximo daño a los judíos de Australia”.
Desde Jerusalén, varias voces oficiales se sumaron a la condena. El ministro de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli, aseguró que la medida “refleja la elección de honrar a los violadores y asesinos de Hamas” y la definió como “un atentado grave contra la libertad de expresión y una brújula moral rota”.
El canciller Gideon Sa’ar respondió con un gesto diplomático contundente: anunció la revocación de los permisos de residencia de los representantes australianos ante la Autoridad Palestina y advirtió que cualquier futura solicitud oficial de visado australiano para ingresar a Israel será sometida a una revisión estricta.
“Australia, en un momento en que el antisemitismo se expande y se registran ataques contra judíos e instituciones judías en su territorio, ha preferido alimentar esa hostilidad con acusaciones falsas, en lugar de combatirla”, declaró Sa’ar.
Por su parte, la ministra de Exteriores australiana, Penny Wong, calificó la respuesta israelí de “injustificada” y acusó al gobierno de Netanyahu de “aislar a Israel y socavar los esfuerzos internacionales por la paz”.
La crisis diplomática entre Israel y Australia se enmarca en un contexto de creciente tensión global por la guerra en Gaza y las narrativas contrapuestas sobre derechos humanos, terrorismo y antisemitismo.
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