Misterio en Coghlan: el sospechoso se presentó ante el fiscal y le ofrecieron un defensor oficial

Cristian Graf (56) era compañero de colegio de Diego Fernández Lima, el chico de 16 años que se esfumó el 26 de julio de 1984 tras salir de su casa, en el barrio de Villa Urquiza. Su nombre se volvió clave apenas identificaron los restos que aparecieron en el jardín de su casa, en Coghlan, al lado de donde vivió un par de años el músico Gustavo Cerati. Eran de «El Gaita».

Según pudo saber Clarín, Graf se presentó este lunes para ponerse a disposición en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61, de avenida De Los Inmigrantes 1950, a cargo de Martín López Perrando. Llegó sin abogado.

Allí se le informó que no se adoptó todavía ninguna medida en su contra y se le brindó la dirección de la Defensoría Oficial que le tocaría en caso de ser necesario.

Cristian Graf, al llegar a su casa este lunes.

El viernes pasado llamó a la fiscalía para «aclarar» su situación, pero le respondieron que debía presentarse en persona.

Graf se quejó que tenía la casa rodeada de periodistas y lo seguían drones.

Para López Perrando, es fundamental la declaración de los ex compañeros y, sobre todo, de los obreros que, el 20 de mayo pasado, descubrieron los restos en la medianera entre dos casas de la avenida Congreso al 3700, en Coghlan.

El fiscal tiene previsto tomar una serie de testimoniales en la sede de la fiscalía: tres hoy y tres este martes. Se trata de ex compañeros de colegio de la víctima y el sospechoso, más los obreros de la empresa que hizo la excavación y demolición.

A estos trabajadores, Graf les habría dicho que había comprado tierra para el jardín luego de hacer la pileta y que, tal vez, los huesos vinieron allí.

La desaparición de Diego Fernández Lima

Diego Fernández Lima, conocido como «El Gaita» o «El Gallego» tenía 16 años cuando se esfumó para siempre el 26 de julio de 1984 tras salir de su casa, en el barrio de Villa Urquiza.

La semana pasada, Clarín anticipó que los restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

El jueves 26 de julio de 1984, Diego volvió del colegio al mediodía. Iba a la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36. Almorzó con su mamá Irma (hoy de 87 años) y luego le pidió plata para el colectivo porque iba a lo de un amigo. Nunca dijo quién era. Salió comiendo una mandarina.

Diego Fernández, el «NN de Coghlan», haciendo jueguitos en el gimnasio del Colegio Público Jorge A. Boero, ubicado en Juramento y Álvarez Thomas.

Un conocido lo vio en Monroe y Naón. Le gritó «Gaita». Fue lo último que supieron de él.

Casi 41 años después, una prueba de ADN estableció que los 150 fragmentos de huesos encontrados el 20 de mayo pasado en el jardín del chalet de avenida Congreso 3742 eran los de «El Gaita», quien jugaba al fútbol en las divisiones infantiles de Excursionistas.

El misterio de lo que le pasó todavía persiste. En esa casa vive la dueña, ya anciana y viuda. Tiene dos hijos. Uno de ellos es Cristian y ya se puso a disposición de la Justicia.

EMJ

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