John Lennon no tuvo la idea, pero al ser un beatle sin duda popularizó una lengua interior que, al principio, sólo entendían nuestros dioses. El pedido de auxilio fue la primera gran ausencia de literalidad de una carrera que venía explicando la beatlemania con chicas paradas allí y frases como «cerrá tus ojos que te besaré» o «recordá que siempre te seré fiel». El miércoles 6 de agosto se cumplirán 60 años de la edición del álbum Help!
Claro, esta especie de fobia social a las multitudes toma forma con una canción que termina dándole título a un disco que bien podría haberse llamado Yesterday. El socorro era una respuesta a la razón social de la histeria, a un paroxismo que no empezó en Inglaterra sino en los Estados Unidos, donde Elvis ya había dejado al público joven un poco vulnerable.
Hay un álbum tardío, casi irónico, que sale a la venta siete años después de que Los Beatles dejaran de existir. Se trata -por si hiciera falta aclararlo- del primer álbum en vivo de la banda. Fue grabado en los conciertos de Los Angeles en 1964 y 1965.
The Beatles at the Hollywood Bowl refleja un testimonio clave -también un argumento- de por qué la banda se había vuelto poco afecta a la muchedumbre y estaba apunto de convertirse en un sobrio cuarteto de estudio que sólo permitiría tener noticias suyas a través de sus discos. Proporcionalmente hablando, abandonar las giras fue una decisión revolucionaria equivalente a millones de votos de silencio.
Los Beatles, primera banda punk
Un grupo masivo, para el que se había inventado un negocio planetario, de golpe dejaba de tocar delante del público. Habrá sido tremendo ese momento. ¿Y ahora qué hacemos con los amplificadores Vox de 100 watts que se diseñaron para su última gira? Los Beatles tuvieron una actitud punk diez años antes de la irrupción de Sex Pistols. El 26 de agosto de 1966 dejaron de tocar en vivo para siempre. El mítico recital de la terraza no cuenta porque no se vendieron entradas. Los alaridos que acompañan cada tramo del Hollywood Bowl no tienen nada que envidiarle a la turbina de avión que abre el Album Blanco.
Help!, el tema, se propagó para bautizar un LP y una película que, como todas las películas beatle, es un poco zonza y no le hace justicia a la terapia de diván que estaba suplicando John Lennon.
«¡Socorro! Necesito a alguien. ¡Socorro! No a cualquiera… Cuando era más joven, mucho más joven que ahora, nunca necesité la ayuda de nadie de ninguna clase. Pero ahora estos días se fueron y no estoy tan seguro de mí mismo… Ayúdame si puedes, estoy deprimido. Y en verdad aprecio que estés cerca. Ayúdame a colocar mis pies otra vez sobre la tierra. ¿No lo harías por favor? Ayúdame, por favor». La letra, una súplica.
Parece que la melodía primero fue más lenta y después -idea de Paul, según cuenta en el libro Hace muchos años-, experimentó un cambio de tempo que la vuelve bailable, y que la aleja de una posible, y baladística, competencia con Yesterday, el hit donde Paul McCartney inauguró su carrera solista dentro de Los Beatles.
En 2002, Paul le preguntó a Yoko Ono si por favor podía autorizar, por una vez, que se invirtieran los créditos de la composición para que en Yesterday se leyera McCartney/Lennon, modificando el acuerdo inicial de las firmas. Yoko se negó.
Help! se pegará a Rubber Soul. Entre un álbum y otro hay apenas cuatro meses. Este último se considera el verdadero LP de transición, la bisagra hacia un grupo serio. Adiós al Yeah, Yeah, Yeah para empezar con letras introspectivas y a mirar pa’ dentro (eso que le dicen “alma”). Es la época en que el rock empieza a tener sentimientos maduros y trazo grueso como en I Can’t Get No Satisfaction, de los Rolling Stones.
Humo de marihuana
Yesterday, a esta altura de sus más de 3.000 versiones, cansó. Hay quien dice que todos los días, a cada minuto, en algún lugar del mundo alguien está escuchando Yesterday. Más agotador que un podcast de Rolón. Help!, quizás menos gastada, opera una sensación no diríamos opuesta, pero sí distinta. “¿Me subís un poco el volumen?”. Se lo pedís al señor del taxi mientras la radio recuerda justo esta mismísima efeméride.
Con la evolución de la expectativa de vida, 60 años ya no son tantos. Es como si un milagro del tiempo nos dijera que Los Beatles también generan la obsesión de una juventud eterna.
La marihuana fue relevante en la gestación de Help!, Lennon siempre busco estímulos en las drogas: pasó de las anfetaminas al porro y de ahí al LSD. Como tenía mucho carisma, el resto de sus compañeros lo seguían. En ese período -comienzos de 1965- los cuatro vivían fumados.
Exactamente el 28 de agosto de 1964, Bob Dylan entró a jugar un papel preponderante en la historia beatle al introducirlos en el cannabis por primera vez. El encuentro cara a cara fue en el Delmonico, un lujoso hotel ubicado en el centro de Manhattan. De un bolsillo de su campera, Dylan sacó una bolsa con marihuana y ellos se sorprendieron, como en sus películas, casi al unísono. Ringo fue el catador y se fumó el cigarrillito entero como si se tratara de un Gitanes.
Por esos días, Los Beatles escuchaban una y otra vez Freewheelin’, segundo disco de Bob, el de Blowin’ in the Wind y otros éxitos. Un LP de protesta que sirve de influencia para Help!, tema que se lanzó como simple el 19 de julio de 1965 y manifestaba la queja, sí, pero desde una suerte de trastorno de ansiedad. Dicho de otro modo, con Help!, Los Beatles ya habían tenido tiempo de trabajar humeando los efectos psicoactivos del THC.
Lo que logra la canción es el contraste entre una letra angustiante y el deseo irrefrenable de bailar. Años más tarde, Caetano Veloso le devolvería a Help! el sufrimiento con una versión que ni Lennon hubiera imaginado. Un gran cover cantado en un tono de voz para pegarse un corchazo ahí mismo.
El periodista César Litvak, probablemente quien más sepa de Bob Dylan en nuestro país, cuenta que Los Beatles venían consumiendo anfetaminas y, en efecto, es Dylan quien los introduce en el porro: “O sea, Help! y Rubber Soul son discos fumones y, en lo formal, una divisoria de aguas en su carrera: dejan de hacer música para bailar y empiezan a hacer música para escuchar”.
Lennon dijo algo así como que «después de escuchar las letras de Dylan, las nuestras nos daban vergüenza». Help! es un ejemplo de cómo Lennon escribe lo que siente por dentro, algo que Dylan profundizaría en Another side of Bob Dylan, de 1964, dejando de lado la mirada de cronista que denuncia (“observando lo que pasa afuera”) para escribir temas reflexivos, íntimos y con intención. “El mismo enfoque de Lennon con Help!”, agrega el especialista.
Podría decirse que desde ese momento, la música de Los Beatles empieza a crecer sin jamás perder el efecto pop. Eso sí, deja de ser música para adolescentes, y en ese cambio Dylan fue su mayor influencia. Litvak arriesga: “Yo lo suelo resumir así para explicar la importancia y el aporte del viejo Bob: el rock pasa a tener música de los Beatles y letra de Dylan”.
Y los piropos de época eran mutuos. Justo dos meses antes de Help!, Dylan se electrifica con Bringing It All Back Home. Cuando explica el cambio de rumbo en su repertorio, avisa: «La dirección del pop y el rock la están marcando los Beatles».