Fuera de temporada o si dejamos pasar el amor de nuestra vida

Tal vez la de Fuera de temporada no sea la historia de un amor como no hay otro igual. Pero sí muy probablemente les toque las fibras a quienes tuvieron un amor, lo dejaron y se pregunten si pueden o no volver a él.

Que es lo que le sucede a Mathieu (Guillaume Canet) y a Alice (Alba Rohrwacher) en la nueva película de Stéphane Brizé, esta vez, sin su actor fetiche, Vincent Lindon, tal vez, quizás, en una de ésas, por una cuestión de edades.

De la justicia social a una historia de amor

El director, más conocido últimamente por relatos que apuntan a la justicia social, como El precio de un hombre y La guerra silenciosa -ambas protagonizadas por Lindon- parece con Fuera de temporada volver sobre sus pasos y acercarse al universo de Algunas horas de primavera, aquélla en la que el personaje de Lindon se reencontraba con su madre.

Aquel filme era un dramón sobre la relación madre con un tumor/hijo, y éste, que compitió en Venecia, es mucho más “ligero”: no hay peligro ni presunción de muerte, no física pero sí de un amor.

Sonrisas. Mathieu y Alice, Guillaume Canet y Alba Rohrwacher, en una playa junto al mar. Fotos Mirada Distribution

Mathieu es un actor al que todo el mundo reconoce como un intérprete de cine, que en algún momento sintió que le quedaba pendiente saltar a un escenario, por lo que ensaya una obra de teatro, pero temeroso de hacer un fracaso, la abandona, se baja del proyecto semanas antes del estreno.

Un hotel en la playa

Y nos encontramos a Mathieu ingresando a un hotel en la playa, solo, sin su esposa. Una mini temporada de relax, masajes, caminatas por la arena junto al mar y lectura de guiones.

Y no va que, vaya casualidad, en esa ciudad balnearia, vive Alice, la mujer con la que tuvo un romance hace años, y a la que él dejó… No, no vamos a contar por qué.

Mathieu es un actor que abandona el estreno de una obra de teatro y se reencuentra con Alice.

El título Fuera de temporada tiene, acepta dos acepciones distintas. Por un lado, Mathieu llega al hotel precisamente no cuando hay más turistas veraniegos. Y por otro, la posibilidad de retomar esa relación cuando tanto él como ella tienen sus respectivas parejas.

La película va creciendo en paralelo con los encuentros que mantienen Mathieu y Alice. Y esa relación, por llamarla de alguna manera, está salpicada por el no tiempo. Nadie, ni él ni ella, sabe cuánto tiempo Mathieu se quedará allí. Y ninguno de los dos tampoco sabe si desea retomar lo que quedó inconcluso.

¿Les pesa el tener cada uno una pareja firme, y formal? ¿O en verdad sus relaciones presentes no están tan cimentadas como parece o comentan?

El filme es un drama en el que a veces los gestos y los silencios dicen más que las palabras.

Fuera de temporada es una película de diálogos reveladores, de miradas fuertes, de escenas resueltas en una sola toma, de silencios que dicen más que muchas palabras. Como en la escena de Los puentes de Madison, en la que Robert y Francesca se quedan mirando bajo la lluvia, Mathieu y Alice parecen saber qué es lo que quieren de sus vidas, pero tal vez no consigan.

También es una película de actuación, en la que tanto el ex de Diane Kruger y la actriz de La quimera hacen creíble cada letra de sus parlamentos, cuando los tienen, o con un solo gesto, una mirada, llegan a conmover en buena ley.

«Fuera de temporada»

Muy buena

Drama. Francia, 2023. Título original: “Hors-saison”. 115’, SAM 13. De: Stéphane Brizé. Con: Guillaume Canet, Alba Rohrwacher, Sharif Andoura, Marie Drucker. Salas: Cinépolis Recoleta, Atlas Patio Bullrich, Lorca, Cacodelphia, Multiplex Belgrano.

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