Análisis del acuerdo EE.UU.-China: triunfalismo aparente y resultados limitados

El reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, anunciado con optimismo por el presidente Donald Trump, presenta más interrogantes que respuestas sobre la eficacia de su estrategia agresiva frente al gigante asiático. Aunque formalmente se busca reducir tensiones, analistas advierten que este acuerdo, surgido tras dos intensas jornadas de negociaciones en Londres, apenas logra restaurar el statu quo previo a las últimas medidas adoptadas por Trump en abril pasado.

A pesar del triunfalismo manifestado por Trump al afirmar que China suministrará minerales raros esenciales por adelantado y Estados Unidos permitirá el acceso de estudiantes chinos a sus universidades, persisten dudas sustanciales sobre si este entendimiento refleja una victoria real o simplemente un retroceso táctico. En palabras de Myron Brilliant, exvicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de EE.UU., «parece que estamos negociando en círculos. Escalas y desescalas, pero al final no avanzamos realmente«.

El viceprimer ministro chino He Lifeng y el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, se dieron la mano en Londres

Uno de los aspectos más cuestionados es el aparente alto costo que Estados Unidos estaría pagando al flexibilizar controles sobre exportaciones tecnológicas, históricamente restringidas por razones de seguridad nacional, para recuperar acceso a las cruciales tierras raras chinas. Wendy Cutler, exnegociadora comercial estadounidense, advirtió que con esta concesión EE.UU. podría estar abriendo una puerta difícil de cerrar en futuras negociaciones, permitiendo a China exigir reciprocidad en áreas sensibles.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

La reciente revelación de que China limitará a seis meses la vigencia de las licencias para exportar tierras raras a Estados Unidos agrega incertidumbre adicional y brinda una herramienta estratégica de presión para Beijing. Según fuentes cercanas al proceso, aunque China aceptó aprobar inmediatamente las solicitudes de licencias, mantendrá el control sobre estos minerales críticos para tener municiones valiosas en futuras negociaciones.

Estados Unidos, a cambio, relajará algunas restricciones recientes sobre ventas a China de motores de aviones, piezas relacionadas y etano, un derivado del petróleo y gas importante para la fabricación de plásticos. Sin embargo, los detalles de este marco aún se están ultimando, y ambos países parecen dispuestos a mantener opciones abiertas para escalar nuevamente el conflicto si fuese necesario.

Por otro lado, la resistencia económica china frente a las presiones comerciales estadounidenses resultó ser mayor de lo anticipado por Washington. Según la analista Ilaria Mazzocco, China demostró una inesperada capacidad para soportar costos económicos elevados, algo que «podría fortalecer su posición en futuras negociaciones«.

El viceprimer ministro He Lifeng y el secretario del Tesoro Scott Bessent posaron con sus delegaciones

Además, la postura oficial china, resumida por Liu Pengyu, portavoz de la embajada en Washington, destacó claramente que su país no busca conflictos pero tampoco cederá ante la presión, reafirmando que «no hay ganadores en guerras comerciales» y enfatizando que «China no busca conflictos, pero tampoco será intimidada por uno«. Este mensaje contrasta con la retórica más agresiva de Trump y genera incertidumbre sobre la estabilidad futura del acuerdo.

Desde un punto de vista analítico, las dudas sobre el valor estratégico real de estas concesiones son profundas. Veronique de Rugy, del Mercatus Center, expresó con escepticismo: «¿Qué estamos consiguiendo exactamente que no tuviéramos ya antes? Este acuerdo sugiere que nunca existió un plan claro«.

En términos globales, esta volatilidad comercial no sólo afecta a EE.UU. y China, sino que puede impactar negativamente a economías emergentes como Argentina. La incertidumbre generada por estos conflictos comerciales presiona los precios internacionales de materias primas, esenciales para la economía argentina. Además, un posible debilitamiento del crecimiento global, como anticipa el Banco Mundial, podría reducir la demanda externa de exportaciones argentinas, poniendo presión adicional sobre su ya frágil economía.

EE.UU. y China acuerdan plan comercial que ahora aguarda aprobación de Trump y Xi Jinping

En definitiva, aunque el acuerdo entre EE.UU. y China puede brindar un alivio temporal, persisten profundas incertidumbres sobre su eficacia a largo plazo. Como señala Brilliant: «Todavía queda mucho por negociar. Por ahora, solo se ha vuelto al punto de partida«.

LT

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

Edinson Cavani le dedicó unas sentidas palabras al Maestro Tabárez

13/06/2025 08:15hs.Óscar Washington Tabárez fue, como su apodo lo...

Catamarca: las mejores posadas para descubrir la provincia de los paisajes increíbles

>LA NACION>Revista Lugares13 de junio de 202503:0011 minutos de...

Cae un motochorro australiano en Constitución y buscan a una banda en Palermo

Un ciudadano australiano de 49 años fue...

Diputados aprobó la suspensión de las PASO en Mendoza

La Cmara de Diputados dio media sancin a...