La interna entre Santiago Caputo y los Menem está en llamas. El cruce en X entre Sharif Menem y Lucas Luna fue solo la punta del iceberg. Durante todo el fin de semana hubo versiones de peleas y trascendió que el asesor presidencial habría presentado su renuncia. Aunque nadie lo confirma, su ausencia en la reunión de Gabinete del martes 10 alimentó las sospechas de que, tal y como dicen en los pasillos de la Casa Rosada, la relación atraviesa un momento insostenible.
Sharif Menem, el joven de bajo perfil elegido por Karina Milei para comandar a la juventud libertaria
Los Menem se mueven en tándem y trabajan codo a codo con Karina Milei en el armado electoral de La Libertad Avanza. Martín, “Lule” y Sharif son los escoltas de la secretaria General de la Presidencia, quienes recorren las provincias y designan a los referentes territoriales. No tienen feeling con Caputo, a quien le achacan estar inmerso en las lógicas digitales y no entender de la política real.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Caputo quedó al margen del armado en las provincias, pero entiende que su gente no puede estar afuera de las listas en la provincia de Buenos Aires. Lo que para los Menem es “realpolitik”, para el asesor puede ser un tiro por la culata para Javier Milei. Con su agrupación, Las Fuerzas del Cielo, observan con desconfianza la designación de dirigentes con antecedentes cuestionables y sostienen que en La Libertad Avanza no puede haber prácticas asociadas a la vieja política.
Las diferencias entre Caputo y los Menem son ideológicas, metodológicas y estéticas. En la línea que responde al asesor confían en que tienen el respaldo del presidente, con quien buena parte de los jóvenes de Las Fuerzas del Cielo tienen un vínculo directo. Embanderados en la batalla cultural, se consideran los más fieles representantes del proyecto mileísta.
El duelo electoral en la Tercera Sección y la apuesta arriesgada de La Libertad Avanza
Sin embargo, tienen un problema: sus adversarios son las personas de confianza de Karina. Y, se sabe, la última palabra siempre la tiene “El Jefe”. Ningún caputista va a ser tan temerario como para salir a cuestionar a la hermana del presidente en público. Sin embargo, el tuit de Luna contra el islam fue interpretado como una provocación que cruzó un límite.
Interna libertaria: batalla cultural y armado territorial
El viernes 6, Lucas Luna -conocido en X como Sagaz, funcionario de Intercargo y miembro de Las Fuerzas del Cielo- publicó un video de un grupo terrorista durante un ataque a cristianos en Nigeria y escribió: “No odiamos lo suficiente al islam”. Sharif Menem recogió el guante y le respondió: “Borrá esto, pelotudo”.
Las Fuerzas del Cielo tiene una agenda totalmente alineada a las ultraderechas occidentales. En Europa, la inmigración y los posicionamientos islamofóbicos son un asunto central en las plataformas de sus dirigentes. En Argentina, donde la convivencia religiosa no es un problema ni un tema de debate, el tuit de Luna podría haber pasado desapercibido y ser un mensaje más del panfleto reaccionario. Sin embargo, para la familia Menem, de origen árabe, fue personal.
Tan mal cayó la publicación que Sharif decidió hacer pública la tensión con los caputistas, que hasta ahora se contaba en los medios a través de comentarios en off o de la interpretación de publicaciones en redes sociales. Hay quienes dicen que la propia Karina se hizo eco del intercambio tuitero y que, una vez más, se mantuvo en la línea menemista.
La “batalla cultural” como trampa
Luna y los suyos decidieron no seguir la discusión pública y no respondieron. En Casa Rosada el tema no terminó y durante todo el fin de semana hubo versiones de pelaeas.
Sin embargo, sería ingenuo pensar que la interna se explica por un debate sobre el islam. Los Menem no participan de los foros internacionales derechistas ni parecen preocupados por la batalla cultural. Viejos caudillos, se enfocan en construir poder en las bases. De hecho, casi en simultáneo al lanzamiento de Las Fuerzas del Cielo, presentaron la juventud de La Libertad Avanza, liderada por Sharif, con el objetivo de reclutar nuevos militantes en las provincias.
Los derechos sexuales y reproductivos, la guerra contra el feminismo, el ambientalismo y todo lo que aglutinan bajo el concepto woke, y la defensa férrea del cristianismo no están en la agenda menemista. En el armado de La Libertad Avanza, en los distritos no se busca “pureza ideológica”, sino lealtad y verticalismo.
En la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja es quien responde a la línea karinmenemista y su enfrentamiento con Caputo suma capítulos cada semana. El cierre de campaña de Manuel Adorni en Capital Federal fue uno de los momentos más calientes. La tensión entre los sectores fue manifiesta y los caputistas se enfurecieron cuando un grupo de militantes denunció en los medios que habían sido llevados al acto desde el Conurbano a cambio de un dinero.
La discusión se trasladó de la calle a las redes, donde los tuiteros que están alineados a Caputo cuestionaron de manera directa a Ramón “Nene” Vera, el armador de Pareja en la primera sección electoral y el dirigente señalado de movilizar a los militantes. En X, le sacaron a relucir su pasado peronista y lo trataron de infiltrado. El dirigente respondió con ironías.
Por esos días, Pareja publicó una foto con los dirigentes de la mesa política de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Estaban todos, salvo el diputado bonaerense Agustín Romo, uno de los jóvenes fuertes de Caputo. Daniel “El Gordo Dan” Parisini, una de las figuras potentes del caputismo, le respondió el tuit: “¿Y Romo?”.
Los caputistas reniegan de los “runflas” y de los “paracaidistas” que se están plegando a La Libertad Avanza. Los menemistas ningunean la influencia que pueden tener sus adversarios con su militancia digital. La última escalada sucedió en ausencia de Milei y su hermana, quienes están en una gira por Israel, y en paralelo a que se ratificara la condena a Cristina Fernández, que obliga a La Libertad Avanza a repensar su estrategia bonaerense. Por ahora, todas las partes decidieron bajar el perfil y esperar, pero nadie confía en que haya una pronta reconciliación.
GL/fl