El reino del revés

“Yo no hago política, hago «antipolítica” Benito Mussolini.

Como cantaba María Elena Walsh Argentina vive en el reino del revés, donde se trata de normalizar, o se ha normalizado ya, lo anormal.

No es normal que un presidente del país promocione un negocio particular, trucho, iniciando una estafa millonaria y se intente hacerlo pasar por incauto, inocente, honesto y se culpe de su “error” a las malas compañías.

No es normal que el presidente Milei haya calificado al papa de “comunista imbécil que siempre se pone del lado del mal” y después de visitarlo en el Vaticano diga que el papa “es el hombre más importante de la historia argentina”.

No es normal que el presidente de un país normal diga “zurdos hijos de puta, tiemblen, los voy a ir a buscar hasta el último rincón del planeta” y todo siga igual.

No es normal que algunos legisladores de la UCR voten en contra de su proyecto para aumentar, miserablemente, los haberes ya miserables de los jubilados y sean homenajeados por el gobierno con un asado.

No es normal que la ministra de seguridad, Bullrich, encarcele a 33 manifestantes pacíficos acusándolos de terroristas y después de varias semanas presos, la Justicia los libere por comprobar la falsedad de esa acusación.

No es normal que Milei diga de Bullrich que era “una montonera que ponía bombas en los jardines de infantes” y que poco después afirme que es la “mejor ministra” de Seguridad de la historia argentina.

No es normal que Milei diga que Caputo “es un inútil que dilapidó 15 mil millones de dólares del Banco Central” y poco después diga que Caputo “es el mejor ministro de Economía de la historia argentina”.

No es normal que Espert diga que para él, Milei no es un liberal sino un populista más y poco después diga que Milei es el mejor presidente de la historia argentina.

No es normal que Espert diga que a los delincuentes “hay que llenarlos de agujeros de bala y colgarlos en la plaza, para que sirvan de ejemplo” y no pase nada, todo siga igual y parezca normal.

No es normal que un presidente de un país normal diga lo que dijo Milei acerca del Congreso. “Si no me votan lo que quiero, me importa tres carajos…los veto y listo”. Y que semejante afirmación se asimile normalmente porque “ya sabemos cómo es Milei”.

No es normal que Lemoine, legisladora, diga que la tierra es plana con placas de hielo a los costados y sea nombrada presidenta de la comisión de Ciencia del Congreso.

No es normal que Milei diga que él es un “topo dentro del Estado” para liquidar al Estado y se tome como una travesura verbal del presidente porque “ya sabemos cómo es”.

No es normal que se trate de normalizar a Karina Milei como la que realmente lleva las riendas del país y la llamen “el jefe” (no dicen la jefa porque lo consideran muy comunista), cuyos méritos conocidos son ser la hermana del presidente.

No es normal que el ministro Francos se haya convertido en el traductor de Milei y su tarea más importante sea aclarar que, lo que dijo el presidente, en realidad quiere decir lo que no dijo o quiso decir diciendo lo que dijo, es decir…

No es normal que, de tanto en tanto, le coloquen a Milei una novia más o menos farandulera, como una manera de afirmar su masculinidad desbordante e incontenible y que a nadie le quepan dudas.

No es normal que la Justicia exija, varias veces, a la cuádruple ministra Pettovello la entrega de los alimentos almacenados destinados a los comedores sociales y varias veces se niegue, mientras los alimentos se pudren.

No es normal que Adorni, vocero de Milei, diga que este gobierno defiende la libertad y al mismo tiempo que tratará de que no quede “ni un vestigio de la ideología de izquierda”.

No es normal que Adorni, vocero de Milei, diga que este gobierno defiende la propiedad privada y al mismo tiempo intente quitarles a los socios la propiedad privada de los clubes de fútbol.

No es normal que Adorni, vocero de Milei, diga que este gobierno defiende la vida y al mismo tiempo condene al hambre a millones de argentinos y quite el subsidio a los medicamentos de los enfermos graves.

No es normal en un país normal que un periodista como Jonatan Viale convenga una entrevista con Milei, sobre el caso de la estafa con las criptomonedas, aceptando dócilmente las preguntas que debe hacer para tratar de salvar la imagen del presidente y continúe su tarea vergonzosa como si nada hubiera pasado.

No es normal, en definitiva que nos digan que este gobierno es democrático, cuando en realidad se trata de una dictadura civil al servicio de las élites dominantes.

Lo que sí es normal es que el pueblo se organice y luche para recuperar los derechos que esta dictadura civil le arrebata todos los días. Que este “reino del revés” enderece su rumbo, deje de ser un reino y sea una democracia para una sociedad justa, con un proyecto socialista.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas