El Gobierno avanzó con una nueva desregulación en el mercado del Gas Licuado del Petróleo (GLP) -«garrafas» o «gas envasado»-, en un camino que ya se había iniciado con la Ley Bases y el fin de los precios máximos. Alrededor de un 40% de la población -unas 20 millones de personas- no tiene acceso al gas natural de red y usa garrafas, cuyos precios variables son cerca de 3 veces más caros.
Como consecuencia, el sector privado espera un aumento cercano al 20 o 30% en los precios a los consumidores finales -aunque el Gobierno cree que no debería tener impacto en los usuarios-. Asimismo, los subsidios a los beneficiarios del Programa Hogar se entregarán de forma directa, con un mecanismo que se establecerá pronto.
Iniciamos la desregulación del mercado del GLP:
➡️Alineamos los precios al valor internacional.
➡️Liberamos las bocas de carga para fraccionadores.
➡️Quitamos cupos obligatorios para productores.Seguimos quitando trabas y dándole libertad al privado. https://t.co/68wVWxzdKQ pic.twitter.com/CpOc63y8nr
— Secretaría de Energía (@Energia_Ar) January 24, 2025
A través de la resolución 15/2025, la Secretaría de Energía avanzó en tres ejes principales: la alineación de los precios locales del gas propano (C3H8) y butano (C4H10) con los internacionales en paridad de exportación –export parity-; la liberación de las bocas de carga, para que los fraccionadores (YPF Gas, Extragas, Amarilla Gas e Italgas concentran el 80% del mercado) puedan elegir dónde retirar el producto; y la eliminación de los cupos y las obligaciones de compra.
«Esta medida abre una nueva era en el mercado del GLP, con reglas claras y libertad para competir. A partir de ahora se reflejarán los costos competitivos en todas las etapas del proceso; habrá precios determinados por la oferta y la demanda; se fomentará la competencia, se incentivará a los actores del mercado a mejorar continuamente; y se eliminarán barreras artificiales para facilitar el acceso a este combustible en todas las regiones del país», comunicó Energía.
«En este nuevo esquema, los productores -que son las principales refinadoras del país, como YPF, Raízen / Shell- y Axion / PAE- mantendrán su compromiso con el abastecimiento del Programa Hogar, que brinda un subsidio en el consumo de GLP para los hogares más vulnerables, que no cuentan con red de gas natural», agregó la cartera que conduce María Tettamanti.
La desregulación del mercado formalmente había empezado con la resolución 216/2024 de Energía, que cambió los «precios máximos» por «precios de referencia» para las garrafas de 10, 12 y 15 kilos, cuyos valores locales hoy reflejaban el 90% de los internacionales.
Según una fuente del sector, que prefirió hablar con Clarín en off the record, los precios de referencia deberían pasar de los $ 10.500 actuales por 10 kilos a unos $ 13.500, un incremento del 28,5%. Asimismo, los productores, que hoy perciben $ 4.200 por cada 10 kilos, pasarían a ver unos $ 5.200.
De acuerdo a un artículo publicado por EconoJournal en diciembre pasado, los precios de las garrafas son hasta 250% más caros que el gas de red. En el mercado explican que es porque la infraestructura del gas natural (metano, CH4) fue construida por el Estado nacional y ya está amortizada, mientras que el desarrollo del gas envasado fue inversión 100% privada.
El 2024, los precios de referencia del gas envasado escalaron punta a punta un 118%, como la inflación, pero el subsidio quedó congelado, por lo que se licuó y pasó de representar el 80% del precio real (que muchas veces está por encima del de referencia) a solamente el 15%.
Por eso el Gobierno gastó el año pasado el equivalente a $ 145.298 millones «a moneda de diciembre» en el Fondo Fiduciario para el Consumo de GLP y Gas por Redes, un 46% menos en términos reales -sin el efecto de la inflación- que, en 2023, de acuerdo a los cálculos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet.
«Cuando el presidente Javier Milei asumió el mandato el mercado del GLP estaba marcado por una fuerte presencia estatal, con un Gobierno que imponía los precios máximos en toda la cadena: producción, fraccionamiento, distribución y comercialización. Además, los fraccionadores estaban obligados a retirar el producto en lugares determinados y los productores tenían cupos obligatorios que limitaban su capacidad operativa. De esta forma, se había generado un mercado rígido, que frenaba el desarrollo y la competitividad, provocando el encarecimiento del proceso completo de producción», recordó Energía.
«A partir de las nuevas medidas implementadas por el Gobierno Nacional, se continúa avanzando en la quita de trabas al sector privado para fomentar la competencia y la libertad de mercado», concluyó.
SN