París, 13 ene (EFE).- Pierre Jouvet, miembro de la dirección del Partido Socialista (PS) de Francia, dijo que no ha habido avances en la negociación presupuestaria con el Gobierno de François Bayrou, dejando en abierto la votación de una moción de censura que podría tumbar al Ejecutivo, que ejerce desde hace solo tres semanas.
«En este momento, las proposiciones encima de la mesa no son aceptables por el Partido Socialista», avisó en el canal BFMTV el eurodiputado.
El joven político lamentó que «a pocas horas de la declaración de política general» de Bayrou ante los diputados «no haya habido avances significativos».
Así, los socialistas han dado a entender que podrían respaldar una moción de censura que presentará la izquierda radical y que prosperaría si todos los progresistas y la ultraderecha se ponen de acuerdo, como el pasado 5 de diciembre para cesar al Gobierno de Michel Barnier.
En una intensa tarde de negociaciones en el Palacio de Matignon, sede de la jefatura del Ejecutivo, Jovet criticó que el centrista Bayrou se haya dejado influir por el ala más derechista de su administración, contraria a hacer concesiones como la suspensión de la reforma de las pensiones de 2023.
Esta norma, aprobada en el invierno de 2023 sin votación en el Parlamento y en medio de una gran contestación social, entró en vigor en abril de aquel año y prevé que la edad mínima para jubilarse se retrase de los 62 a los 64 años como manera de sanear las cuentas públicas.
En estas negociaciones entre el Gobierno y los progresistas, además de los socialistas, también están incluidos otros dos grupos de la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP): los Ecologistas y el Partido Comunista Francés (PCF).
Sin embargo, se ha excluido voluntariamente La Francia Insumisa (LFI), el partido mayoritario de la alianza cuya meta es tumbar de nuevo al Gobierno galo y presionar así al presidente francés, Emmanuel Macron, para que dimita.
Tras la convocatoria el pasado verano de elecciones legislativas anticipadas, que Macron decidió por el revés de su partido en las europeas, la Asamblea Nacional francesa quedó dividida en tres bloques, ninguno de ellos con una mayoría suficiente para gobernar: la izquierda -líder en diputados por poco-, los macronistas y aliados conservadores y la ultraderecha de Marine Le Pen. EFE