El 22 de octubre de 2024, acompañado de un psicólogo y un intérprete, Geoff Payne se presentó a declarar como testigo ante el fiscal Andrés Madrea, el encargado de esclarecer la muerte de su hijo Liam, que ocho días antes había caído de su balcón de su habitación del tercer piso del hotel CasaSur de Palermo. Payne padre había llegado a Buenos Aires menos de 48 horas después de la noticia del fallecimiento, que ocurrió el miércoles 16 por la tarde. Poco después de aterrizar, con el cuerpo de Liam todavía en la Morgue Judicial, visitó el CasaSur, donde las fans del grupo One Direction que amaron a su hijo en vida montaban una vigilia. Erigieron un santuario allí. Payne padre, en saco sport, lo visitó, atónito, aturdido, frente a las velas y las fotos y los peluches, pero con un gesto tal vez de paz. Besó su mano derecha, como si besara la memoria de su hijo en el aire.
Así, el hombre inglés de 63 años permaneció en Buenos Aires, a la espera de las novedades en la causa a cargo del fiscal Madrea y de que la jueza Laura Bruniard decida la repatriación del cuerpo, hospedándose en el hotel Casa Lucía de la calle Arroyo, rodeado por custodios, mientras las noticias del escándalo del final se conocían, una tras otra: la cocaína y el alcohol y el poderoso antidepresivo sertralina hallados en el cuerpo de su hijo que, combinados, habrían causado la crisis de salud mental que lo empujó a su muerte, las dos prostitutas de El Talar e Isidro Casanova que había llamado al CasaSur para tener sexo horas antes de morir, el empresario argentino que acompañaba a Liam, a quien Geoff Payne conocía bien.
Payne padre e hijo tenían una relación grata antes de la muerte, fluida: se veían cada mes en Londres, en la casa del cantante, para jugar toda la tarde con Bear, el hijo del ex One Direction, el nieto de Geoff. Sabía que su hijo era un adicto. Se habían visto por última vez el 29 de agosto del año pasado en Manchester, para el cumpleaños del cantante. “Estaba bien, estable, limpio”, dijo en su testimonial en Buenos Aires. Pero, de acuerdo a los contenidos de su declaración, no lo sabía todo. Le aseguró a los investigadores que Liam planeaba quedarse solo cinco días en la Argentina. También, que el ex cantante de One Direction no tenía teléfono.
“Liam no tenía celular propio y era una decisión de él, en los últimos años cambió su celular numerosas veces. Él decidía estar desconectado como un método de protección para evitar las redes sociales y también para mantenerse alejado de la posibilidad de reincidir en sus adicciones. Esa decisión era personal de él y tenía todo el apoyo por parte del grupo familiar, en lo personal, yo estaba de acuerdo en que era realmente una forma de cuidarse para él“.
No era así: Liam, en Argentina, tenía su celular, que usó, por ejemplo, para contactar a las prostitutas por WhatsApp. Fue secuestrado por la Policía de la Ciudad tras su muerte y peritado por orden de la Justicia. Geoff, entonces, dependía de intermediarios para saber de su hijo. «Por esa razón mi contacto telefónico con Liam no era directo, siempre era a través de terceros”, afirmó.
Luego, los identificó con nombre y apellido: Kate Cassidy, la novia de Liam, y el empresario Rogelio Nores, alias “Roger”. “Estaban a su cuidado por motivo de sus adicciones. A Kate por amor y Roger porque acompañaba y cuidaba a Liam en estos últimos meses y me reportaba a mí su estado”.
No se enteró por la televisión. Fue Nores mismo quien le avisó que su hijo había muerto, en cierta forma: “Tomé conocimiento de la muerte de Liam por parte de Roger. Yo estaba en mi casa con mi mujer. Él me llamó a las 17.23, hora de Buenos Aires, pero no vi la llamada hasta una hora después aproximadamente. En el medio me llamó una vez más y me mandó un mensaje para que lo llamara lo antes posible. Cuando vi todos esos llamados a las 18.18 horas de acá, le devolví el llamado”, según su testimonio, al que accedió Infobae.
–¿Qué pasó?, preguntó Geoff Payne.
–Sucedió un accidente, respondió Nores: Es verdad, es verdad.
-¡¿Está muerto?! ¡¿Está muerto?!
-Tenés que venir a Argentina.
Luego, Geoff Payne contactó a sus hijas, las hermanas mayores de Liam: ya lo sabían, como el resto del mundo. Nores lo llamaba mientras tanto, una y otra vez. El padre del cantante, esta vez, no le devolvió el contacto.
Minutos más tarde, el asistente personal de Liam en Londres le buscaba un pasaje a Buenos Aires, en el primer vuelo disponible.
Hoy, “Roger” Nores está procesado por la jueza Laura Bruniard el homicidio culposo de Liam, junto con otros cuatro acusados más, señalados por la jueza Laura Bruniard por venderle cocaína al cantante y garantizar su muerte con sus imprudencias. Nores fue definido como “un garante” de Liam en su estadía en el país. Ante la jueza, en un descargo escrito, el empresario negó cualquier rol formal con el ex One Direction, al que solo lo unía un lazo de amistad, sin ningún contrato de por medio.
Según declaró el jefe de recepción Esteban Grassi, también procesado por el homicidio culposo, Nores se presentó en el CasaSur como “el manager de Payne”. Así lo marcaba, por ejemplo, un mail interno del hotel que entregó el acusado, publicado ayer por este medio.
Payne padre conocería bien a Nores a mediados de 2024. El empresario aparece con fuerza en un momento de crisis. «Logramos mantenerlo, estabilizarlo, pero Liam no estaba mejorando. Estaba estable pero no mejoraba. En ese periodo, Liam recibía llamadas de Roger, yo no sabía quién era», continuó. El empresario, aseguró Payne padre, se ofreció a apoyar al ex One Direction “a cambio de nada”.
Así, viajaron a Wellington, Florida, a una hora y media de viaje del aeropuerto de Miami, el punto clave del polo en Estados Unidos, donde un amigo de Nores controlaba varias canchas del deporte.
“Nos quedamos 10 semanas ahí con Liam, los cuatro. Durante ese tiempo formamos un equipo con Roger y el guardaespaldas para la recuperación de Liam, siempre monitoreado por psicólogos y psiquiatras, todos contactos de Roger por lo que yo ahora no tengo sus datos. La novia de Liam iba y venía».
Sin embargo, la simple amistad luego cambiaría, al menos, según Payne padre.
El vínculo entre Nores y Liam, con el correr del caso, se volvería una clave de la imputación.
Payne padre afirmó:
“Ellos dos tenían una relación de amistad. Es verdad que Roger este año gestionó reuniones para que Liam ingresara en el mercado laboral nuevamente, pero él decía que lo hacía para ayudarlo, no por algo a cambio ni con un contrato de por medio, buscaba sus relaciones nada más. Yo igualmente este último tiempo noté que Roger lo direccionaba a Liam para que se desarrollara más en los negocios que en su parte artística. Este cambio de dirección en lo laboral de Liam no era favorecedor para él, porque a él lo que le gustaba hacer y le hacía bien era hacer música», aseveró.
Aquí, entra en juego otra pieza en el tablero, que no fue imputada por la Justicia: la supuesta novia de Nores.
“Liam sabía que yo creía que era errado dejara la música por las inversiones. Cuando yo lo conocí a Roger, él estaba enfocado en el bienestar de Liam y lo creí genuino; luego, Roger cambió su enfoque cuando intentó integrar a su novia al circulo de confianza que teníamos con Liam, su novia, el guardaespaldas y yo”. La novia, incluso, apareció en Wellington.
Al final, Payne padre ni siquiera supo en qué hotel se hospedaba Liam antes de su muerte.
Geoff Payne no señaló a “la novia” con nombre y apellido. Sin embargo, el nombre de una mujer cercana a Nores se repite en la causa: el de la cantante pop Lourdes Miranda, cuya computadora fue secuestrada por la Policía de la Ciudad. Nores intentó recuperarla en el Juzgado N°34 a cargo de Bruniard con una docena de medialunas para el personal judicial, sin éxito.
En el mail interno del hotel CasaSur, Miranda aparece nombrada como “asistente de manager”.
El apodo de Lourdes es “Lula”. En el miércoles de la muerte de Liam, “también me envío mensajes una amiga o novia de él, ‘Lula’ manifestándome sus condolencias, no se como consiguió mi numero porque jamás se lo pasé, seguramente se lo dio Roger», declaró Payne padre.