Cartas de lectores: Decepción, historia argentina, recomposición moral

Un juez de la Suprema Corte más preocupado por recuperar la presidencia que por dictar sentencias. El jefe de la DGI, responsable de descubrir evasores, investigado por no declarar bienes en el país y en el extranjero. Un juez cuestionado por los más prestigiosos organismos y asociaciones de todo el país, nominado para cubrir una vacante en la Suprema Corte de Justicia. Ficha limpia, una promesa de campaña a cumplir como uno de los primeros actos de gobierno, frenada incluso contando con los votos para aprobarla. Los regímenes impositivos especiales, aún vigentes a pesar de la promesa electoral de eliminarlos. Una pelea incomprensible entre el Presidente y su vice que pone en riesgo la institucionalidad. Senadores y diputados investigados por enriquecimiento ilícito, argumentando los acusados, como es de manual en estos casos, ser víctimas de operaciones políticas y mediáticas. La gente votó masivamente para terminar con estas prácticas nefastas producto de la “rosca” política, pero, y haciendo uso de una variante de la frase de William Shakespeare en Hamlet, algo sigue podrido en Dinamarca.

Guillermo Bronenberg

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La señora Estela de Carlotto ha manifestado en una conocida radio que el cierre de determinados organismos de derechos humanos se debe a que el Gobierno “no quiere que exista y que se hable de la verdadera historia argentina” (sic).

Le pregunto a la Sra. de Carlotto: en su “verdadera historia argentina”, ¿se incluye a las personas asesinadas (militares y civiles) a causa de los atentados y secuestros que protagonizaron tanto el ERP como Montoneros?

Ricardo Albanese

DNI 14.007.801

Los tangibles éxitos logrados por el presidente Milei superan ampliamente algunos yerros, los cuales han sorprendido a varios de quienes lo votamos con serias dudas y como única opción para deshacernos del peligro kirchnerista.

Hoy vemos con agradable sorpresa que nos ha conducido por un camino que supera, creo, sus propias expectativas, con logros excepcionales reconocidos internacionalmente, con formas poco ortodoxas, pero tal vez en parte por ello eficaces. Por eso producen desagrado las actitudes de algunos de los colaboradores del Presidente y de gran parte de quienes, desde otros partidos, deberían dejar de lado sus actitudes poco colaborativas y funcionales al rebrote del detestable enemigo, que es el norte indudable a desterrar. Todavía están a tiempo de recapacitar dejando de lado ambiciones egoístas y por una vez pensar en la recomposición del país en todos los órdenes, especialmente el moral.

Guillermo H. M. Giambastiani

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Se gastan miles de dólares para proteger a la Sra. Yañez en el exterior aunque no queda claro por qué necesita protección. Ya nuestro pueblo aporta generosamente a la jubilación de privilegio del expresidente, a lo que se suma una costosísima custodia fuera de nuestro territorio. Como si fuera poco, se suma un comportamiento totalmente indecoroso. El culebrón Fernández-Yañez es una vergüenza para el país y una enorme carga a futuro para el pequeño hijo. ¡Ya basta con esto!

María Teresa Reynal

DNI 11.265.875

Lo expresó el señor Pablo Sirvén en la nacion: “Jorge Lanata dejó huella en la historia de los medios”, como síntesis de su legado. La huella se logra con la porfiada confianza en transitar el mismo camino una y otra vez, y cuanto más honda, más fuertes han sido las convicciones del caminante en la ruta elegida. De tantas reflexiones que nos dejó Lanata con su irreverente inteligencia, una me quedó para siempre, al acuñar por primera vez como una grieta la división de nuestra sociedad desde los años 50 hasta los K en este siglo. Textualmente dijo: “Yo creo realmente que todos somos la patria. La Argentina no es una marca registrada de nadie, de ningún partido, de ningún movimiento, sea quien sea. La verdad, tampoco. Y ojalá alguna vez podamos superar esta grieta. Porque, ¿saben qué?, dos ‘medias Argentinas’ no suman una Argentina, son dos ‘medias Argentinas’”. Una gran verdad que el egoísmo político no alcanza a comprender. En las páginas escritas por José Hernández, dice Martín Fierro: “No me hago al lao de la güeya aunque vengan degollando”. Así, tal cual, vivió el señor Jorge Lanata. Para mí el periodismo honesto ocupa el escalón más alto de los servidores públicos porque sin él la democracia no sería posible. Confío en que los que hoy abrazan esta profesión, cada uno desde su particular impronta, puedan forjar buenas huellas en su vida. Las necesitamos.

Matías Aníbal Rossi

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Soy de la generación de libro Upa!, del tintero involcable y de la pluma cucharita. De los libros de historia de Astolfi y de tener Caligrafía como materia en todo el ciclo secundario. Como gran adelanto, pasamos a la máquina de escribir y al papel carbónico. Primero la máquina manual y luego, como gran adelanto, la eléctrica. Hoy llegamos a la era “digital”. Recetas médicas electrónicas, VTV sin obleas y con códigos QR. Billeteras virtuales, códigos QR, apps y demás es todo maravilloso. Pero alguien (teléfono, Dr. Sturzenegger) debe contemplar un plan B para aquellos a quienes la era digital nos supera. Incluyendo los hackeos y delitos cibernéticos. ¿Es que acaso hay alguna ley nacional que obligue a todos los habitantes a tener un teléfono celular, más allá de las ventajas y comodidades que lleva consigo? Si el teléfono celular se ha transformado en parte de nuestro diario vivir, deben darnos libertad de elección. Pero no nos lo impongan como medio para poder acceder a medios de vida básicos y elementales. Bienvenido todo aquello que contribuya a la agilidad, control y modernización de los trámites, pero, por favor, tengan en cuenta que una receta que se demore por la ignorancia de quien debe presentarla a través de una app o medio similar puede afectar la salud. No debe aceptarse que nos hagan dependientes de los medios digitales. Si son tan libertarios, deben darnos opciones para elegir.

Gustavo Oscar Colla

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La custodia de Fabiola Yañez en el exterior

“No se le debería pagar la custodia en el extranjero, y si quiere custodia, que vuelva a la Argentina, el pueblo argentino no debe mantener custodia en el extranjero si no es funcionaria pública”- Esteban María Martínez Sánchez

“¡Se nos sigue burlando! Argentina, país generoso por demás” – Olga Martínez

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