Keila Sosa fue eliminada esta misma semana de Gran Hermano, como parte de una serie de comentarios que la participante tuvo donde expuso extrañar mucho a su familia y que tenía ganas de retirarse. Si bien es cierto que ya había expresado varias veces su incomodidad por seguir dentro de la casa, lejos de querer convencerla el Big decidió expulsarla por la puerta giratoria y se generó mucho ruido con su salida.
Es cierto que Keila se fue sin mediar demasiadas palabras, pero el llanto de sus compañeros lo decían todo. Muchos de ellos ofuscados por la decisión que tuvo la producción de expulsarla, pero existe una realidad que tiene que ver con los comentarios que la participante hizo hacia el programa, advirtiendo que todo estaba armado.
Días antes de su expulsión, Keila había recibido una feroz advertencia por parte de Gran Hermano cuando señaló que la producción realizaba manejos fraudulentos en las votaciones del público. Santiago del Moro abrió la gala del jueves revelando que la joven sería expulsada y mostró algunos episodios que se dieron en los últimos días para justificar la decisión del canal.
Sin embargo, en el momento en el que le comunicaron a la jugadora que debía dejar la casa hubo una situación que al principio pasó desapercibida pero que luego se convirtió en un escándalo. Sin darse cuenta, la joven metió la pata y dejó en evidencia que la situación no la tomó por sorpresa ya que había conversado todo con la producción horas antes.
KEILA EXPUSO A LA PRODUCCIÓN DE GRAN HERMANO CON SU EXPULSIÓN
“Espero que gane alguien que se lo merezca más. Por favor, lleguen a la final. Extraño mucho a mi familia, perdón. No se los podía decir!”, explicó Keila en su descargo, detallando que venía charlando con el Big la posibilidad de irse de la casa esa misma noche, sin valijas y revelando que todo estaba armado. ¿Entonces, la decisión no fue sorpresiva?
Luego, antes de pasar por la puerta giratoria y despedirse de sus compañeros, Keila abrazó a Lourdes y Martina y se disculpó por haberles ocultado que había acordado irse. “Las amo, las amo… perdón por no contárselos”, lanzó la joven, revelando que ya sabía de su expulsión desde antes.
Si bien hubo algunas lágrimas y conmoción, algunos de sus compañeros estaban tranquilos ante su salida porque era algo que ella venía planteando. “Ya lo sabía. Ella lo pidió”, contaron algunos por voz baja, mientras las amigas de Keila no paraban de salir de su asombro. ¿Entonces tampoco fue una expulsión? Todo esto sin dudas genera más incertidumbre sobre los comentarios que existen alrededor de Gran Hermano.