Podría decirse que el año 2024 ha sido el annus horribilis de la Casa Real de Noruega. A lo largo de estos 12 meses, la monarquía noruega ha estado haciendo frente a una de las crisis más graves de su historia. Y es que varios de sus miembros han sido protagonistas de varias polémicas. A los problemas de salud de la princesa Mette-Marit, se suman las acusaciones de agresión sexual de Durek Verret. Pero, sin duda, el mayor escándalo que ha azotado a la realeza noruega ha sido el proceso judicial de Marius Borg Høiby, quien desde el pasado mes de agosto ha sido acusado de varios de delitos, entre ellos cuatro agresiones sexuales.
Todas estas cuestiones parecen haber eclipsado la preocupación que el pueblo noruego sentía por el delicado estado de salud del rey Harald V de Noruega, quien a principios de año tuvo que ser hospitalizado en Malasia. Un difícil episodio que su esposa, la reina Sonia, aún no ha olvidado y sobre el que ha hecho un balance con una dura reflexión.
El pasado mes de febrero, el patriarca de la familia real noruega tuvo que ser operado de urgencia mientras se encontraba de vacaciones en Malasia. El soberano fue sometido a una intervención quirúrgica para colocarle un marcapasos permanente debido a su bajo ritmo cardíaco. Pese a que la operación transcurrió con éxito y, poco después, el monarca recuperó sus compromisos reales con la Corona, lo cierto es que su familia vivió este capítulo con gran preocupación. La reina Sonia ha desvelado que todo fue fruto de un milagro y que, incluso, ella misma “temía que no sobreviviera”, tal y como ha reconocido a la NRK, cadena pública del país.
La madre del príncipe Haakon se ha sincerado y ha hablado de cómo vivió el fuerte bache en la salud del Rey. “Fue un auténtico shock. Tenía miedo. Me llegué a preguntar si volvería sola a casa. Y no fue un pensamiento agradable”, ha reconocido, mientras miraba fijamente a su marido, reflejando así el profundo dolor que sintió entonces.
Por su parte, Harald V también ha tocado el tema para afirmar que tuvo “muy mala suerte durante sus vacaciones”. “Estaba perfectamente sano cuando me fui. No fue mi culpa”, ha comentado al ente público. “Cuando enfermé, realmente me di cuenta de que estaba muy lejos de casa. He de admitirlo. Estábamos muy lejos”, ha añadido.
Quien también ha hablado de este tema ha sido el príncipe heredero, quien ha hecho un balance de este amargo episodio para la familia. “El Rey estaba muy lejos. Fue un poco difícil porque había mucha diferencia horaria. Durante un tiempo la situación estaba un poco confuso y tampoco recibimos la información tan rápido como nos hubiera gustado”, ha asegurado el marido de Mette-Marit. El príncipe Haakon también ha agregado que afortunadamente su padre fue bien atendido. “Ese fue nuestro principal objetivo”, ha afirmado en la NRK.
Ocho semanas después de que le colocaran un marcapasos, el rey fue trasladado en un vuelo que tuvo una duración de 17 horas y que mantuvo en vilo a la población noruega. A su llegada a Noruega, el monarca volvió al trabajo, aunque redujo considerablemente sus apariciones públicas. Este año, ha estado presente en 317 actos oficiales, 114 menos que en 2023. “He tardado algún tiempo en volver a estar en forma. En las últimas semanas de las vacaciones de verano sentí que estaba recuperado por completo. A pesar de las muletas, todo lo demás está bien”, ha manifestado Harald de Noruega.